ORACIONES PIDIENDO SER MEJORES
ORACION DESAN FRANCISCO DE ASISSeñor, haz de mi un instrumento de tu paz.Que donde hay odio, yo ponga el amor. | Oración de la Madre Teresa de Calcuta Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida. Cuando tenga sed, mándame alguien que necesite bebida. Cuando tenga frío, mándame alguien que necesite calor. Cuando tenga un disgusto, preséntame alguien que necesite consuelo. Cuando esté pobre, ponme cerca de alguien necesitado. Cuando me falte tiempo, dame alguien que necesite unos minutos míos. Cuando sufra una humillación, dame la ocasión de alabar a alguien. Cuando esté desanimado, mándame alguien a quien tenga que dar ánimo. Cuando sienta la necesidad de la comprensión de los demás, mándame alguien que necesite la mía. Cuando sienta necesidad de que me cuiden, mándame alguien a quien tenga que cuidar. Cuando piense en mi mismo, atrae mi atención hacia otra persona. Hazme digno, Señor, de servir a mis hermanos, que viven y mueren pobres y hambrientos en este mundo de hoy. Dales, a través de mis manos, el pan de cada día; y dales paz y alegría, gracias a mi amor comprensivo. Señor Crucificado y resucitado, enséñanos a afrontar los hechos de la vida cotidiana, a fin de que podamos vivir, dentro de una más grande plenitud. Tú acogiste humildemente y pacientemente los fracasos de tu vida que te llevaron hasta los sufrimientos de tu crucifixión; ayúdanos a vivir las penas y las luchas que nos trae cada día como ocasión para crecer y para asemejarnos más a ti. Haznos capaces de mirar esas pruebas con valentía y mansedumbre, llenos de confianza, porque tú nos sostienes; permítenos comprender que no llegaremos a la plenitud de la vida, si no morimos sin cesar a nosotros mismos, a nuestros deseos egoístas; porque solamente si morirnos contigo podremos resucitar contigo. ¡Qué nada, de ahora en adelante, nos haga sufrir o llorar hasta el punto de olvidar la alegría de tu resurrección! Tú eres el sol que resplandece del Padre; tú eres la esperanza de la eterna felicidad; tú eres el fuego del amor que incendia nuestros corazones... Que la alegría de Jesús sea nuestra fuerza, que sea entre nosotros lazo de paz, de unidad y de amor. Amén. Santa Faustina ORACION PARA SER MISERICORDIOSO Deseo transformarme en tu misericordia y ser un vivo reflejo de ti, oh Señor. Que este más grande atributo de Dios, es decir su insondable misericordia, pase a través de mi corazón y mi alma al prójimo. Ayúdame Señor, a que mis ojos sean misericordiosos para que yo jamás sospeche o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarle. Ayúdame Señor, a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos. Ayúdame Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás critique a mi prójimo sino que tenga una palabra de consuelo y de perdón para todos. Ayúdame Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargue sobre mí las tareas más difíciles y penosas. Ayúdame Señor, a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propria fatiga y mi cansancio. Mi reposo verdadero está en el servicio a mi prójimo. Ayúdame Señor, a que mi corazón sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincera incluso con aquellos de los cuales sé que abusarán de mi bondad. Y yo misma me encerraré en el misericordiosísimo Corazón de Jesús. Soportaré mis proprios sufrimientos en silencio. Que tu misericordia, oh Señor, repose dentro de mí. Jesús mío, transfórmame en Tí, porque tú lo puedes todo. (163)
Hacedme prudente en mis determinaciones. Señor Jesús: Cristo mío, concédeme la Gracia especial de cumplir Tu Voluntad inmediatamente, con alegría, con amor y cada vez mucho mejor. Amén. Padre Nuestro. Avemaría y Gloria. | 5Lc. 6. 29-30 38 Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. 39 Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. 40 Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; 41 y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él. 42 Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.Lc. 6. 27-28, 32-36 43 Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. 44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; 45 así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir su sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. 46 Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? 47 Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? 48 Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo. 6 1 Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo. 2 Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. 3 Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, 4 para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. 5 Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. 6 Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. 7 Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. 8 No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.
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